Amarga y dulce,
así suele ser nuestra vida.
Siempre estamos tratando de darle sabor.
Comparada con una taza de café,
la vida misma seria capaz de ser disfrutada.
Hay quienes pierden su tiempo
buscando felicidad en lo banal.
Cada taza de café, es una vida,
una oportunidad para disfrutar y ser feliz
hay tazas de todos colores, tamaños, formas,
texturas y materiales.
Hay tazas con adornos, sencillas, simples y algunas rotas.
Al final la taza no le cambia el sabor al café,
siempre sera amargo o dulce, como la vida misma,
y para nosotros así es la vida,
pensemos que el café es nuestra vida,
nuestro, trabajo, estudio, posición social, económica,
son solo la taza, que de un sentido u otro,
dan seguridad y fortaleza a la vida.
Así, de este modo,
por disfrutar de la taza nos olvidamos de disfrutar el café,
los que tienen lo mejor de todo no son los felices,
sino los que hacen lo mejor con lo que tienen.
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