Vida

La vida.
Ese breve espacio en que se dibuja tu sonrisa,
ese abrazo tenue, sincero y caprichoso.
Toda esa libertad que ella me da.
La vida,
fue simplemente ese pequeño momento,
no se si lo recuerdes, pero yo,
lo mantendré guardado para siempre.
La vida
esa que se esconde en mi sentimiento,
en lo puro, sublime, lo tonto.
La vida
y todos esas palabras,
que aunque no sean para mi,
me dan todo lo que necesito.
La vida
la sima de todos mis miedos,
escritos, hablados, pensados.
Eso eres tu,
esa vida que se me pasa,
que condensa mi ser,
esa vida llena de problemas,
que según mi lógica, se escribe con versos.
La vida
como te llamo, como yo te veo,
como te siento y te pienso.
Mi vida.

Ella.

Ella.

Sus ojos,

su cabello,

sus pies,

esa sonrisa,

sus labios,

su aroma,

cada una de sus ideas,

sus besos,

toda su existencia.

Ella.

01 Octubre.

Entre caricaturas y juegos en la calle transcurrió mi infancia, tenia unos 7 u 8 años cuando empezó todo, no puedo negarlo fue muy divertida, en extremo entretenida, no había ninguna preocupación  quizá solamente que mis papas salieran a entrarme. Son pocas las cosas que recuerdo de mi infancia  y la verdad no se porque, pero siempre me esfuerzo por recordar lo bueno. No puedo negar que hubieron momentos extraños, otros trágicos, unos mas complejos que otros, pero entre todo, hubieron muchos momentos felices. Recuerdo esas tareas de escuela, tan fáciles de hacer, que tenias toda una tarde libre de juegos. Como olvidar esas lecturas obligatorias que despertaron en mi un sentimiento por conocer, conocer que hay mas halla de todo lo que veo. Todas esas canciones, esos momentos incómodos  la niña que me gustaba, (rayos tenia ojos verdes y solo 8 años). El parque de mi pueblo, tan pequeño como yo, pero cuando tienes esa edad todo es enorme. Como olvidar mis sueños frustrados por un par de perros que me mordieron, las caídas de mi bicicleta, los insultos de "la maría petatera", esconderse en el mercado, en los puestos vacíos.

Que gratos y fascinantes esos días  llenos de cosas nuevas. No tan alejados a los de ahora, en los que siempre hay algo nuevo. Mi infancia, tan buena, tan benévola  ahora las cosas tienen otro sentido, se acabaron los juegos, debes de ser mas serio, comportarte. Yo sigo llevando un niño dentro, como todos y todas. No quiero que muera, el me permite pensar, recordar y saber que en ocasiones las cosas se hacen sin pensar, como cuando tenias esa edad y cabías en casi cualquier agujero. Me tomo la libertad de escribir todo esto en definitiva innecesario, quizá nadie lo leerá  pero es mi satisfacción hacerlo y dedicarlo a todos y todas loas que como yo , tuvimos una infancia, que transcurrió llena de altos u bajos, pero logramos superar mucho de ellos y ahora somos quienes somos, por todos y todas, feliz día del niño y niña.

Sus ojos.

Esos ojos.
Esa mirada que me atrapo,
sus pestañas delgadas, risadas,
esos ojos cafés, llenos de vida.
Fue tu mirada la que atrapo,
que me invito a tener ese primer acercamiento.
Ese clímax de deseo, que entre platica y platica,
me fue envolviendo.
Esos ojos, que me llamaron,
ni siquiera me buscaban, pero me encontraron.
Siempre tan dispuestos a todo y a la vez a nada.
Incontables veces los vi llorar,
que martirio saber, que por mi culpa,
se apagaban.
No quiero vivir arrepentido siempre,
por eso me esfuerzo por volverlos a ver brillar.
Esos ojos, tan alegres como su sonrisa.
Déjame intentarlo, quiero volver a encenderlos,
volver a mirarme en ellos.
Que me vean, como esa ultima vez,
que puede tenerlos.